miércoles, 23 de septiembre de 2015

Una Televisión sin ideas

@observaecuador publicado en www.observaecuador.org

La vigencia de la Ley de Comunicación puso en claro que los medios televisivos no tienen ideas propias y que nos han mantenido cautivos en un mar de programas copiados o cuando más franquiciados, humor tonto, grosero y ofensivo, presentadores improvisados que pretenden interpretar los gustos populares y programas de noticias, deportes, farándula, etc., que caen todos dentro de la misma línea: Un desprecio total por la calidad de lo que ofrecen y la imposición al ciudadano que a riesgo de no tener "nada más que ver" mira la TV ecuatoriana.

En esto no existen diferencias visibles entre la TV pública o privada. La mala calidad de la programación se la reparten entre ambos casi a partes iguales.

La falta de ideas se manifiesta de diversas formas:

  • Programas de "dibujitos" o "inofensivos" en horarios sensibles para evitar cualquier llamado de atención o incumplimiento legal.
  • Programas de humor que rotan de canal en canal, pero mantienen su mediocridad y enfoque sexista, machista, homofóbico, de palabras con "doble sentido", groserías o ataques a minorías sexuales, étnicas, etc. 
  • Novelas y series repetidas hasta el cansancio.
  • Presentadores que pasan de hacer humor seco, a noticieros, a farándula a deportes y creen que con cambiar de atuendo, les cambia la trayectoria de mediocridad que les antecede. Drogradictos, alcohólicos, sicarios, etc., forman parte de esta extensa lista de personajes que promueven la idea de que siempre pese a que uno esté como esté, existirá la opción de rehabilitarse. Así los jóvenes siempre encontrarán una excusa para estos vicios pues sus "ídolos de TV" pudieron salir estando peores.
  • Escándalos faranduleros para mantener ocupados, al mejor estilo de la señorita Laura, a un público que ha perdido su capacidad de asombro y se deja llevar por el chisme del momento, la fotografía o comentario ocasional y sobre todo por eso que representa el deporte nacional en esa área: hablar mal de alguien o de algo para sobresalir.
  • Noticieros en los cuales lo principal es la política disfrazada de opiniones, noticias o comentarios. 
  • Producción nacional de series sin ningún contenido, trascendencia o importancia. Con un humor ni siquiera nacional, sino cuando más local o regional. 
  • Actores que no superan un puñado y cuyo mayor éxito es vestirse de mujeres, actuar como homosexuales denigrados, pasar de tontos o finalmente de imitadores con alguna que otra buena experiencia que finalmente termina en la misma baja calidad, falta de recursos y falsedad de la que están llenos estos programas y sus actores.
En medio de esto algunos esfuerzos, pocos son realmente meritorios de resaltar, han sido serios y no siempre tienen la acogida del público, quien parece darles la razón a los productores cuando programan la televisión en base a lo que siempre ha funcionado: Violencia, sexo, burla y alienación mental.

Las franquicias muestran en Ecuador el mismo lado que les resulta exitoso en los proyectos franquiciados, y que sigue manteniendo al ciudadano preso de la mediocridad de quienes, a mucho esfuerzo quizás, han llegado a trabajar en un medio televisivo y ahora deben prestarse para acanallar a otros, asumiendo roles de compasivos, duros, irónicos, desalmados, chacales, etc., lo que sea por unos dólares más.

En medio de esto las peleas y enfrentamientos entre jurado forman parte del plato fuerte. La supuesta participación del público con sus mensajes en redes sociales igual, y los protagonistas que soñando algún día en ser como ello, harán lo que sea para ganarse un puesto en la mente del público y, por qué no, quizás un lugar en un próximo jurado.

Los realities, son igual parte del menú copiado y franquiciado que nos ponen a disposición: Amores, extra amores, odios, amistades, pasiones supuestas, etc., se amalgaman con supuestas competencias, para darle al espectador toda una gama de opciones, disfrazadas siempre de lo que este público quiere ver, para seguirlo terminando y continuar adocenándolo.

La Ley de Comunicación no ha sido capaz de apoyar a la mejora de la producción nacional. Los grandes recursos que debían estar a disposición de los productores nacionales, no han sido adecuadamente aprovechados ni encauzados y las cadenas nacionales han hecho uso de esos recursos conforme lo prevé una ley, cuya aplicación y control por parte de los organismos respectivo, en esta parte nos adeuda y mucho.

El rol de las organizaciones supuestamente dedicadas a velar por el interés ciudadano se ha focalizado en los temas que le marcan sus patrocinadores, siendo el político el preferido. 

Los presentadores, divas y divos de la TV, aprovechan su mediática presencia, para promover estafas, productos de mala calidad, servicios de salud y una seria de opciones que traspasan la frontera de lo tolerable por parte de las autoridades que poco o nada están haciendo para frenarlos.

Los organismos de regulación y control deben esforzarse y concentrar esfuerzos para que los números que se exhiben de su gestión sean igualmente importantes en el área de nuevos contenidos educativos, culturales, de entretenimiento y sobre todo de pensamiento crítico que tanta falta nos hace a los ciudadanos, pues finalmente, si cada acción de la ley y los encargados de ponerla en vigencia, suscita un reclamo contra "la libertad de expresión" los ciudadanos aún tenemos en nuestras manos esa poderosa arma que es el control remoto y el campo de las redes sociales para decirles a los auspiciantes que vamos a boicotear productos que auspicien programas mediocres, ofensivos o inútiles.

A usar el control remoto, y a expresarnos en las redes sociales. 

Les aseguro que FUNCIONA!

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