Bajo títulos pomposos como Mega obras, frases robadas a los indigenas y culturas ancestrales como el Buen Vivir o románticos clichés como Soberanía, apropiados de una izquierda que nunca tuvo tantas oportunidades desperdiciadas, se adueñaron de todo.
No dejaron nada pues tomaron desde las frases, las canciones, la ilusión revolucionaria, la esperanza, las ganas de justicia de la gente y sobre todo la conciencia que cuando no pudieron convencerla, la sometieron o simplemente compraron.
Así actuaron apoyados en la tiranía del líder, la obsecuencia de sus seguidores, la alcahuetería de los líderes sociales otrora llamados a representar las voces del pueblo y la fuerza de una masa convencida por la propaganda estilo nazi con que nos distrajeron 10 años.
Hoy su líder, ante las medidas económicas por la grave crisis consecuencia de la corrupción del imperio de los frustrados 300 años, envuelto en escándalos, sobornos, delitos comunes como secuestro de personas y delitos de lesa humanidad, sale a proponer “alternativas” que buscan mantener el hilo propagandístico de Robin Hood con que nos durmieron y que tan bien funciona en un País donde los líderes son solamente los rateros de turno, los oportunistas o los aspirantes a corruptos mayores.
Para pensar! , con miras al 2021 donde tendremos oportunidad de optar por un camino con políticas para el bien ciudadano que deberemos empezar a trabajar en las calles y desde las calles, o repetiremos la historia de esperanza y posterior desilusión que ha caracterizado nuestra larga historia de lamentos.
