jueves, 3 de septiembre de 2015

Los cheques a fecha: Utiles y Prácticos

La economía real no se estudia, se vive.

En el día a día, ser "gerente propietario" de un pequeño negocio  en Ecuador resulta un verdadero desafío que no todos están en capacidad de enfrentar, sobrellevar y en la cual pocos pueden ser exitosos.

Tener un pequeño negocio (así empezamos la mayoría de ecuatorianos) no es cosa sencilla. Estamos sujetos a muchos vaivenes y a numerosas trabas. Entre las más preponderantes:


  • Las trabas burocráticas en decenas de trámites largos e inútiles que debe realizar cualquier empresario para ponerse un negocio o emprender. Desde constituir una empresa empieza la cola en la Super de compañías, SRI, Registro Mercantil, Notarías, Ministerio de Relaciones Laborales,  Municipios, Bomberos, Agencias de Regulación y Control, IESS, Aduanas y un largo etcétera de adicionales. Todo cuesta, todo demora y siempre hay que tener "amigos" para poder moverse con agilidad.
  • Un sistema financiero en pañales, que presta a quien demuestre no necesitar y pueda garantizar con sus bienes 120-150% mínimo sobre lo solicitado. Con requisitos interminables y una lista de trámites, tiempo y costos que terminan desalentando al  más pintado. Obtener un crédito o un sobregiro al menos, es cosa de valientes. 
  • Sistemas laborales cada vez más atemorizantes. Los pequeños empresarios deberían tener un régimen laboral especial pues tener que amarrarse con un empleado por sus Derechos, cuando no funciona o aún cuando el negocio se acaba, es la cosa más insana para el desarrollo económico saludable. 
  • Un Estado que exige y exige en impuestos, tasas, contribuciones, trámites, etc., pero que no da con la misma agilidad pues no es un Estado Responsable. Si el Estado contratante no paga al contratista, no hay problema para el moroso. Pero si el ciudadano no paga el IESS o el SRI o cualquier servicio está en un serio problema. Buen cobrador mal pagador. Si solamente se pagara a tiempo en el Estado, se evitaría mucho la corrupción para cobrar y mejoraría notablemente la liquidez, el cumplimiento contractual y el crecimiento empresarial privado.
  • La competencia desleal de Universidades empresa, de empresas públicas o mixtas o de régimen especial, etc., que hacen lo que los privados deberíamos hacer. Obviamente ellos no concursan en muchos casos, tienen recursos públicos y gozan de lo mejor de dos mundos: Son públicos para los fondos y son privados para relacionarse en sus actividades empresariales. Tienen muchas opciones de mano de obra o intelectual barata y acceso a recursos negados para el común de los mortales.
  • Políticas públicas escasas o negativas. Si solamente nos dejaran trabajar, nos pagaran a tiempo y nos apoyaran en lo que necesitamos (No en lo que los burócratas de turno creen que necesitamos) este sería un País distinto con mucha empresa, emprendimiento, alianzas estratégicas y competitividad sistémica.
  • Un mercado muy volátil, sumamente incierto. Un día vendemos y otro no. Un día cobramos y otros no. Un día trabajamos con unas normas y al día siguiente nos las cambian.
En medio de estas circunstancias, hacer empresa en el País sigue siendo una opción. Y muchos ecuatorianos apuestan por tener "su propio negocio"

Ecuador no es un País de gente ociosa. Más bien es un País de muchos "empresarios y comerciantes". Aquí no se muere uno de hambre, pero cada vez eso es más posible dadas la enorme cantidad de normas de primer mundo que no aplican en una realidad en la cual se necesita el maduro con queso, los corviches, la fritada, las empanadas, el morocho y miles de opciones para la economía popular que son importantes emprendimientos que en las "grandes ciudades" cada vez más desaparecen. Ya no se puede ni lavar los carros en las calles, ni vender sin registro sanitario o permiso municipal y hay cuerpos policiales especializados en perseguir a los "vendedores ambulantes". Estas políticas que si el Estado cumpliera su responsabilidad (buena administración, enfoque a largo plazo, cero corrupción, servicios públicos eficientes, responsabilidad con el ciudadano, trámites simples, etc etc etc) serían de lo mejor, amenazan la supervivencia misma de las personas que deben trabajar o salir a robar para subsistir.


Nosotros los empresarios y profesionales, seguimos apostándole al País y somos parte de esa economía real que nos permite enfrentar con mayor o menor solvencia la educación, alimentación y cuidado de nuestras familias y aspirar a otros pequeños lujos como comprarnos algo, ir de viaje, a comer fuera o al cine. 


Y así, el ecuatoriano sigue ingeniándose y como en todas partes, busca acuerdos que le resuelven sus necesidades. Algunos no son tan buenos, por ejemplo pedir prestado plata al chulco, pero son necesarios, es una realidad y por más que existan leyes y acciones legales, mientras el sistema financiero especulativo siga siendo tal, seguiremos pidiendo prestado con intereses.

Otro acuerdo de confianza que existe en el País es el pago con cheques. Uno adquiere desde cosas de uso personal hasta cosas para su negocio con cheques y hasta en cuotas con varios cheques a fecha.

Esta práctica demasiado común y evidente, se aplica en todos los sectores por la facilidad que representa el cheque para el cobro. Sin embargo, es una práctica ilegal.

Cuando algo funciona y funciona bien, la gente lo usa. Si la gente lo usa, entonces hay que ver el modo de sacarlo del closet y tratar el tema con claridad para encontrar la forma de que funcione mejor.

Una alternativa para que el pago con cheques sea mejor empleada, es que se establezca que puede ser presentado al cobro "a la vista" a partir de la fecha que conste en el documento. NO ANTES.

Actualmente, el problema que tienen los miles de miles de pequeños constructores, artesanos, comerciantes, empresarios, profesionales, etc etc., es que el cheque se lo pueden presentar al cobro en cualquier fecha, sin importar la fecha que conste en el mismo, siempre que no esté caducado. Eso ocasiona problemas pues o le protestan el cheque y nadie quiere eso, o uno debe acudir a cubrir el cheque para evitar problemas. Esto daña la relación con el proveedor quien usualmente ofrece una disculpa y un pretexto como "no me di cuenta y le depositaron", o "tuve una emergencia", etc., y genera desconfianza. PERO aun así se sigue usando como ha sido desde siempre y seguirá siendo por mucho tiempo más.

La economía real tiene al cheque posfechado como una herramienta básica de uso diario y común en todos los sectores. Nadie quiere que se le "dañe la cuenta" y un alto porcentaje de quienes usan esta herramienta lo hace en base a la confianza entre proveedor y comprador. Confianza que es la base de toda relación comercial, profesional o empresarial.

Bien harían las autoridades en aterrizar un poco y darle un análisis a este tema.

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