lunes, 23 de noviembre de 2015

Macri y el tablero electoral latinoamericano

El triunfo electoral de Mauricio Macri en Argentina, reactiva la discusión, regional principalmente, sobre la nueva (??) etapa latinoamericana

Existen varios aspectos que enmarcan estas elecciones en Argentina:

  • La estrecha relación de su actual gobierno con varios gobiernos latinoamericanos de tendencia igual o similar a los cuales este resultado, afectará.
  • Electo por fuera de peronistas y radicales, Macri deberá gobernar con ellos en un País bicameral con mayoría de oposición no acostumbrada, de acuerdo a la evidencia histórica, a cogobernar.
  • En un País distrital, los afines a Macri gobiernan en los principales distritos pero no en la mayoría de ellos.
  • Un margen que no llega a 3 puntos en la votación, deja en evidencia un importante efecto que ya advirtió Keneddy en su tiempo: Se gana con la mitad, pero no se puede gobernar con la otra mitad en contra.
  • Un importante nivel de ausentismo que refleja muchas lecturas para concentrarse en ellas.
  • El escenario del SUR exhibe una confrontación directa, y reafirmada por el Presidente electo en su primera rueda de prensa, con el régimen de Maduro y la anunciada aplicación de la cláusula democrática. Un nuevo escollo para el régimen venezolano, que en pocos días más tendrá elecciones y donde este tipo de medidas, sin duda influirán en el electorado, aun cuando por ahora solo sea un anuncio pues CFK sigue en el poder.
  • La Presidenta CFK ha convocado al Presidente electo inmediatamente a la casa presidencial, en lo que se espera sea el anuncio de una transición ordenada y transparente. De esa reunión, de las declaraciones que surjan a partir de la misma, y los resultados del trabajo de los equipos que de seguro se integrarán entre el Presidente electo y la Presidenta saliente, se podrá deducir cómo será el ambiente de la transición argentina.
En las Relaciones Internacionales, los países y las regiones no son entes aislados. Se crean olas de sinergias y olas de divergencias que también son pendulares y que en el caso nuestro, no nos han permitido desarrollar proyectos latinoamericanos de integración, sino en el marco y en los límites fijados por la geopolítica y los intereses mundiales de los hegemones. Otras regiones y países tienen claro su destino y han decidido su modo de convivencia interna y de repartición mundial del bienestar, lo cual inevitablemente lleva a enfrentamientos que son visibles ahora en confrontaciones que pasan de la guerra fría a las guerras civiles impulsadas por poderes externos, los bloqueos y las tomas de posiciones de fuerza y presión, y con unas NNUU donde el poder de veto sigue perteneciendo a quienes nos gobiernan a nivel mundial, sin que se vislumbren cambios ni a mediano ni a largo plazo.

Latinoamérica por su parte, no es un territorio de afinidades políticas marcadas. El péndulo funciona en nuestros países y en países modelo para Macri, como Chile, el paso de la Derecha con Piñeira no fue permanente y los chilenos decidieron por Bachelet nuevamente, apenas un período después.

La madurez política y el pensar crítico ciudadano, no arriban al continente. Las estrategias electorales de quienes pierden y ganan las elecciones en Argentina así lo confirman. Seguimos en un populismo alternativo de izquierda o de derecha, matizados por estrategias de miedo, de impacto mediático, revanchismos y odios alternados. Empresas privadas estratégicas de un solo dueño en el neo liberalismo despiadado, pasan a ser empresas públicas de muchos, y por tanto de ningún, dueño y de contados amos que se reciclan y quieren perdurarse en el poder, lo cual a veces les funciona y otras veces no, en el socialismo remozado de las mismas viejas ideas y estrategias.

Argentina ha tomado una opción y lo curioso es que esa es: No pronunciarse mayoritariamente a favor de una u otra tendencia, lo cual al momento de gobernar hará que sean necesarias alianzas y que se repitan los vicios de hacerlo en estas condiciones.

Al parecer, haberle dado amplios poderes y tiempo a una tendencia política no resultó en el cambio que todos esperaban, y que muchos se alegran de que no se haya logrado, para tener opción de encaramarse nuevamente en el triunfo electoral que apela a las fallas de otros más que a los méritos propios. Así las cosas, el tablero electoral latinoamericano se agita bajo la influencia de las nuevas posibles sinergias que el triunfo de Macri, generará.






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