lunes, 13 de junio de 2011

El otro oficio de los periodistas y más profesionales

En Ecuador hay profesiones que tradicionalmente obligan a tener otros medios para ganarse la vida. O al menos asi habia sido hasta que en algunas de ellas se han establecido condiciones más adecuadas para un ejercicio profesional sostenido con garantia de sostenibilidad y de profesionalismo.

Entre las profesiones típicas que exigian contar con otros medios de susbsistencia para completar sus ingresos se incluyen:

  • Futbolistas: Una profesión que era prácticamente para los vagos y una opción para salir de la extrema pobreza. Hoy en Ecuador, asimilando lo que pasa en otros países, esta es una profesión de envidia y buscada como tal en escuelas especializadas pues es rentable y de mucho prestigio dependiendo de quien la ejerza.
  • Profesor: De escuela, colegio o universidad, no pagaba. Se tenia que redondear con diversas opciones, un trabajo profesional, un empleo, o las famosas clases particulares o asesorías de tesis y otros trabajos vinculados que se prestan para todo tipo de corrupción. Hoy con las nuevas leyes en el País se puede ser profesor o catedrático a tiempo completo y sin necesidad de acceder a otros medios para "completar para la papa"
  • Artista: Esta es otra de las profesiones que "no da para vivir" es decir tiene que ser complemento de un profesional o empleado público o privado pero jamás una profesión única e independiente. Esto cualquiera que sea la rama artística o de artes que se emprenda. Aun estamos con muchas deudas sociales en cuanto al arte y la cultura, y en esto se debe trabajar a nivel de políticas publicas pues un País necesita arte y artistas que vivan de ello.
  • Periodista: Uno de los más claros ejemplos de profesionales con necesidad de tener otras profesiones. Se madruga al noticiero, se hace un programa o se hace opinión, pero esto no es suficiente para sostenerse económicamente y por tanto todo periodista ejerce paralelamente de asesor de imagen, asesor de comunicación, dirige campañas, periódicos o revistas de empresas e instituciones y maneja diversos temas relacionados que van desde hacer de maestro de ceremonias, locutar, escribir articulos sobre casi cualquier tema, animar fiestas o simplemente laborar como empleado en diferentes áreas y sectores, pues el oficio y la profesión de periodista no siempre respeta un título profesional relacionado.
Nos vamos a enfocar en el periodismo como profesión, que exige entre otras condiciones:

  • Conocimiento del tema: Sin embargo muchos, la mayoría en realidad, de periodistas son empíricos. Esto se ve a diario en todo medio donde lo que cuenta es la cara bonita, la buena voz o la "trayectoria" marcada por un ejercicio que ha sido resultado de años de esfuerzo sin mayor o ninguna formación profesional.
  • Imparcialidad y Objetividad: Para el tratamiento de lo que se dice y se deja de decir y del sentido de lo que se opina. Es decir cómo se opina, con qué reiteración y frecuencia, con qué argumentos, con qué invitados, etc. Sin embargo, cómo ser objetivos si se tiene además, que completar el sueldo para sobrevivir y para esto se debe trabajar con gente o grupos, o en un medio en el cual aquellos afectados por las notas, noticias, opiniones o tratamiento a un tema, pueden dejarnos sin éste complemento que necesita el periodista para subsistir. Además de esta presión negativa, se tiene la presión positiva, es decir los premios a la parcialidad o a la vista gorda en temas en los cuales un interés empresarial o político se puede ver afectado. Premios que se dan con contratos, promociones profesionales, publicidad en espacios dirigidos por los periodistas afines, etc.
  • Formación profesional: Criterio que es diferente del conocimiento especializado, pero que en el País poco o nada se usa. La mayoría de periodistas profesionales andan desocupados por que los puestos para los que se forman los ocupan caribonitas, voces, dueños de medios o afines a dueños que simplemente no cumplen en su mayoría, requisito profesional alguno, por que los medios son un negocio privado". (Error pues la comunicación e información es un servicio público y debe exigirse formación profesional afin para garantizar la calidad del bien público ofrecido)
Pero esto es lo que debe tener un periodista. En cambio un medio de comunicación debe proporcionar:
  • Condiciones laborales acordes y estables: Con evaluaciones basadas en rendimiento y otros parámetros especiales que deben desarrollarse a propósito de la profesión de periodista.
  • Autonomía para la investigación, de opinión y tratamiento de invitados: Sin estas condiciones quien puede asegurar una investigación imparcial y oportuna, o una opinión esclarecedora o un panel de invitados equilibrado y en pro de la noticia? Es claro que son los medios y sus dueños y no los periodistas o quienes manejan las lineas periodísticas los que deciden qué se investiga, sobre qué y cómo se opina y a quienes se invita a los medios. Esto aunque se diga lo contrario pues un periodista puede no recibir a diario un mensaje del editor o dueño y ufanarse de aquello, sin embargo, sabe que tiene una línea que debe seguir y respetar, que cuando abandona es porque va a salir o lo van a despedir.
  • Seguridad laboral: No afectada por opiniones o el tratamiento de temas con objetividad o fuera de la línea editorial de un medio.
Sin embargo, reconociendo que un medio puede y a lo mejor debe tener una linea editorial base, definida y legítima, favoreciendo cualquier tendencia política o coyuntura, y que por tanto estas condiciones ideales no se darán, es importante que el medio exhiba clara y transparentemente esa línea, para que quienes se animen a laborar, a colaborar o a participar como invitados en sus programas o productos y servicios, sepan a lo que se atienen y la ciudadania que los escucha, lee y ve tambien.

Igualmente importante es que el medio, sus directores y accionistas (pregunta de la consulta) así como los periodistas que en ellos aparecen (por lo que hemos indicado antes) no tengan, directa o indirectamente, negocios e intereses relacionados que les creen conflictos de interés que podrían obligarlos a sesgar su opinión o a dejar de emitirla. A tratar una noticia o dejar de tratarla.

Un Consejo de regulación no solo deberá regular contenidos, deberá vigilar que estos asesores de conciencia que es lo que en realidad es un periodista que nos apoya a formarnos un criterio sobre un tema o situación cualquier, ejerzan su profesión sin engaños, sin manipulaciones y sin presiones directas o indirectas que hagan que sus criterios o su orientación personal influya y configure lo que los ciudadanos creemos es una opinión o un criterio imparcial, ceñido a la verdad y a los hechos.

Muchos escuchamos a periodistas y en base a lo que dicen nos "informamos" pero no sabemos que detrás de lo que dicen o escriben está el interés del medio o el interés personal. Y eso es un engaño, inducido a través de una distorsión premeditada de la realidad,  hecho que debe ser penalizado.

No es solamente cuestión de cambiar de canal o cambiar de estación radial o de medio impreso... Pues los dueños de uno son dueños de varios y son verdaderas cadenas en las cuales las relaciones de poder se entrelazan y no solo entre dueños de medios sino entre directores, periodistas y proyectos empresariales y políticos.

El Estado tiene algunas funciones básicas en esta línea:

  • Promover consensos entre actores en cuanto a políticas y condiciones del servicio público de la comunicación que habrán de plasmarse en leyes.
  • Regular y controlar para que cuando no existan consensos exista equidad, imparcialidad y condiciones igualitarias de desarrollo entre medios,
  • Regular y controlar para que los asesores de conciencia no induzcan al engaño a los ciudadanos ocultando sus intereses económicos, profesionales, políticos o personales.
  • Regular y controlar para que los contenidos no sean alienantes y sean formativos
Dificil profesión la de periodista. Dignificante cuando se asume con responsabilidad para llegar al éxito, oprobiosa cuando para llegar al éxito se miente, engaña y distorsiona, y penosa cuando quien la ejerce se ve obligado a callar o a resaltar notas para precautelar un trabajo o ganar otro con que completar el sustento de su hogar.

Carlos Vera Quintana
Consultor en TICs

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