La campaña presidencial no sólo suma un nuevo actor con Álvaro Noboa, lo que aparece con él, es un nuevo escenario político en el cual el mismo Álvaro Noboa es el protagonista principal.
Con una extremadamente baja popularidad del gobierno actual que afecta a todos sus allegados, con la antipatía que genera en muchos grupos sociales un banquero como Lasso, con el temor que genera Arauz de ser un títere correista abierto a los abusos de poder y corrupción bien conocidos y bastante tolerados, y con más de un 65% de indecisos que pueden cambiar su voto en cualquier momento ante una nueva opción, Álvaro Noboa tiene, sin duda, una real posibilidad de ser un candidato ganador.
Sin embargo deberá trabajar algunos aspectos importantes: su notoria capacidad para ser antipático a las clases medias profesionales e intelectuales y su discurso vacío y falto de propuestas que aún después se 6 campañas no logra modular.
Los contrincantes lo saben y van a explotar sus debilidades e imagen siempre alicaída, por lo que si quiere triunfar, se necesita menos Alvarito y más Álvaro Noboa.
Alvarito ya tiene votos, ahora hay que ver si Álvaro Noboa es capaz de sumarle los que le hacen falta para el sillón presidencial en el 2021.
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